La historia de nuestra cerrajería en Vigo
Si alguien me hubiera dicho cuando yo era un niño de 16 años que iba a acabar siendo cerrajero, posiblemente no me lo hubiera creído. Pero la vida da muchas vueltas y aquí estoy, 49 años después de la fundación de Cerrajería Placer, enamorado de mi profesión.
Un buen día, mi hermano mayor, saliendo de trabajar, se cruzó con la persona al que tiempo después le debería la pasión a mi trabajo: mi maestro. Este preguntó a mi hermano, si por un casual conocía a algún joven, serio y responsable, al que le pudiese interesar y aprender su trabajo que este acuñó como “el arte de abrir puertas”. Probé con 16 años, y día tras día, el trabajo me apasionaba, y hoy puedo decir que tengo la grata satisfacción de trabajar en aquello para lo que he nacido: “Nací para cerrajero”.
Los primeros años fueron como los de cualquier negocio: aprender mucho, conocer los entresijos del oficio, superar los problemas con el empuje de la ilusión; lamentablemente mi maestro un día enfermó, y le ofreció a aquel joven “aprendiz” que un día había formado, que continuase al frente del negocio. Sin dudarlo un solo segundo, acepté, contaba inicialmente con el apoyo de mi gran maestro y amigo, hasta que finalmente la ley de la vida se lo llevó, dejando un sabor de eterno agradecimiento.
Así nació Cerrajería Placer, entre la tristeza por la pérdida del maestro y amigo, y la ilusión del negocio propio, de ser algo ganado a pulso, con el esfuerzo y el trabajo constantes.
Todo ello, es lo que ha convertido a Cerrajería Placer en una seña de identidad de la ciudad de Vigo en el mundo de la cerrajería. Actualmente, nos adaptamos a los avances tecnológicos y contamos con un personal altamente cualificado; ofrecemos nuestros servicios durante las 24 horas del día llegando a nuestros clientes justo cuando lo necesiten. Ellos son nuestra razón de ser, por la cual hemos crecido, hemos mejorado y seguiremos mejorando en función de sus necesidades.
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